Apareciendo contradictorias y sin poder vivir juntas, la alienación desesperanzada puede llevar a ese utópico lugar/situación que llamamos paz.
Imagine cientos de humanos sentados en un bosque de arboles talados, cada quien en su pedazo de tronco parecido a sillas, sin mas ni mas, con miedo de los otros seres que se encuentran ahí, cada quien se queda en su árbol muerto, sin hacer nada, paz instantánea.
(Que parece no merecer la pena
porque después de todo, no somos grises
ni tenemos arboles muertos que imitan sillas
lo único que nos queda de esa visión tonta es el miedo.
Miedo que, cambio, para echarse a perder mas rápido,
un temor sin fundamentos que nos alimenta desde pequeños
y que al crecer, damos desde la mano a nuestros hijos.
Nos hace enemigos de todo aquello que nos daría una paz complicada sin arboles muertos ni humanos en medio
Queremos asustar, quedarnos arriba hasta que venga otro que lo quiera aun mas
¿De que sirve estar arriba en un universo que para todos lados es infinito,
donde no existe el norte, ni demás lineas queridas
donde tu no eres mas punto que yo, que aquella alma de hormiga?)
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