viernes, 30 de octubre de 2015

367 Dias de Azufre

En tu sangre corre oro
puro y toxico
y nosotros inhalamos
toda la sangre que podamos
para estar mas cerca
uno del otro
y mas cerca de ti.

En tu sangre corre el oro
y en tu piel la plata
que derretimos
y que para siempre
nos une.

Las flechas son plomo iminente
atravezando la blanca
y suave desnudez
de cuando sonreias
y reias
entre arcanos sonidos
de doble armonia.

En tu sangre corre oro
y en tus ojos azufre.

sábado, 17 de octubre de 2015

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Ella tiene un lunar en su costado derecho que le ayuda a entender sus más absurdos deseos, por él le gusta intentar comprender la estirpe del sueño profundo y taciturno al cuál recurre cada noche que resulta ser un día con número primo. Ella desarma la visión nocturna del final al inicio como el relojero al reloj dejando los engranes desensamblados, así descubre que las manecillas no son nada más que el indicador de posición de un sistema más complejo. Ella ve las partes tendidas en una mesa, ella sabe que el sueño funciona por estas, pero también sabe que son más complejas. Sí, cada fragmento de una máquina perfecta es más complejo que la maquina en sí. Ella lo sabe, ella sabe tantas cosas  sin embargo no le veo preocuparse por la despiadada naturaleza del ambiente que la rodea.

Entonces ella se va a dormir y yo la veo por la televisión con el sonido enmudecido para ver un intento de "[explicación de lo sucedido en pantalla]" a través del monitor. Ella se desviste delicadamente en su cuarto despojándose de toda prenda y batallando con su blusa pues esta no pasa facilmente por encima de sus senos. "[Doesn't she looks lovely when she takes her clothes slowly?]". Veo como se para frente a su espejo de cuerpo completo, en momentos mirándose, en otros culpándose, quizás, por algún espectro que sigue atrapado, rebotando, entre sus huesos. "[She's the universe watching itself]". Tras varios minutos de sostener la mirada con ella misma a través de una reflexión ella rompe en risa y llantos, ella rompe en risa y llantos, risa/llantos, como si supiese todo lo que va a pasar y todo lo que no. "[Isn't it soothing feeling your life is rotting away? Step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step by step...]". Tras secar sus lágrimas ella se sienta en su cama y mira a una cámara que no existe sosteniendo una mirada conmigo a través de un monitor que posiblemente tampoco está ahí y me sonríe como solíamos sonreír de niños, ingenuos y despreocupados. Ella apaga la luz, se recuesta en su cama y me da la espalda iluminada ligeramente por la luz de la luna  permitiendo así que se escape la imagen de un lunar en su costado derecho. "[Isn't she lovely when she lives her life slowly?]".

Todo eso está ahí para mí. Todo eso, de una forma, está sólo en mi cabeza pero de muchas otras ocurre actualmente en multiples realidades, ramificaciones de un evento específico de mi pasado que me permitieron secuestras una imagen tan divina y pura para encerrarla en la estática de una televisión. ¡Todo!, todo eso está ocurriendo ahora pero aquí ella ni siquiera se imagina que pasó.

lunes, 5 de octubre de 2015

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Hace un par de horas iba caminando por la calle y mientras pasaba por un estrecho pasillo un señor me dijo "Eso es todo mi hippie, libertad, al 100%". No pude evitar que me causara gracia, e incluso solte una sonrisa nerviosa mientras le contestaba con la mano, de esas sonrisas que no son por compromiso ni tampoco sinceras. Di vuelta a la primer callesita que pude, no sin antes patear discretamente una roca que se encontraba en mi camino. Tenia una forma curiosa, no era un ovalo perfecto, pero casi, de hecho parecia hasta lijada.
Despues de suficiente tiempo de reflexion sobre el asunto, llegue a la conclusion de que la unica razon para lijar una piedra en la calle, es si fue usada para asesinar a alguien y se le quisiera quitar la sangre de la difunta victima. Me meti las manos a los bolsillos de la chamarra negra que llevaba puesta, y pense en que haria al llegar a casa, cuando empezara a llover.
Tal vez me deje caer en un pozo profundo de drogas o alcohol, o alcohol y drogas, tal vez te recordare un rato. Tal vez es hora de visitar algunos amigos, como despedida final. Finalmente optare por la misma opcion de todos los dias, la que se volvio rutina: Llegando preparare un poco de comer, prendere la television para que haga ruido de fondo, como sinfonia de zumbidos inestables, y cuando el cuarto se llene con el aroma de la soledad, dormire un rato. Mi parte favorita sera siempre cuando despiertas a las 4 de la mañana desorientado, y extrañas la sensacion de viaje, pero mejor duermes de nuevo, porque a esa hora no hay nada que hacer, y a ninguna hora habra alguien con quien hablar.

sábado, 3 de octubre de 2015

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Son palacios, van, tocan con picos negros para darte gotas de lluvia como si fueras un extraño. Hay cuervos que, y, de puerta en puerta,  alrededor de tu sonrisa que secuestra mis tactos de cenizas, los papeles que flotan hasta volverlos insomnio. Sueño sin  más, y sentir en ti mi sinfonía para romperte, contra el viento que aterra mi porvenir melodía. Un intento voraz para sostenerte una vez, y volar hasta desvanecerte, y suspirarte como consuelo de tan larga soledad. Ti. Luna, ardiente. Y respirarte. RENACER.
Hemos abierto azules explosiones que ves por tu, los líquidos de las, como último aliento, como para desintegrarme hasta formar de mi reflejo. Y extiendo mi mano para tocarte. FINAL. Los ojos tengo, ventana atrás, irme quiero. Rato antes de un poco de sueño. Creo que dormiré un dejar otro espacio mío. No ha ocurrido  por su ligereza y la mucho o lo que ocurrió no merece mención. Quizá viernes me levanto tarde. Los demás días tomo clase. Y todos sé, ya me establecí, los jueves tomamos, y el miedo...................... Me Siento oxidado. El tiempo en rutina que en cuanto pueden no sé si por aburrimiento o, alejan  es lenta e inexistente, vibra las partículas de mi percepción... Desvanece y me tocas y no queda nada de ti. Polvo en mi interior. Tu seducción tan vacía. Tan alarga. Entre un compás desorientado el sonido, se derrite. Y el espacio, sé lo que fue, es cálido y me destruye. Una nota se en horas, tu sonrisa. Mis movimientos se salen de orbita. Sólo en sueños nos pertenecemos, de miseria, de silenciosa desesperación. Contigo no me siento en su amarillo opaco, nostálgico, triste, frustrante, en lo la mano... Abecés. La piel es herida por los y ahí me agarras, frio del azul y del verde, lo gris de solo. Tenemos un lugar, lugar de furia, cambios en el color, en lo cálido del naranja, afuera, frio, adentro, tantos ruidos en el alrededor, tantas distracciones, escucho tantas formas de sentir desesperadas. Déjenme en paz, tu recuerdo, todas las voces y no veo  posibilidad de escape. El estiraba su mano, rodeando el cuerpo, piel, acariciando sus heridas, y recorriendo de ella. El estiraba su mano, rodeando el cuerpo de, tocándolo con cada musculo, cada rincón de su, sus cicatrices. En alto y cortada, sus ojos cerrados que ya cada acción mil trescientas veces en no veían, no, en el momento pero visualizaban, ella, pegándolo contra el de él. Su frente descubierta, su mente el a antes de hacerlas... los abrió, la vio fijamente de su pasión por aquella mujer tan hermosa. Como era posible que llegara, siguió las acciones, lo hacía. Ella era delicada, bella y ¿Esta situación tan favorable? Ella, todo hombre, era una muchacha de esto. Todo hombre hubiera deseado tenerla en no muy común  y, sus manos, y acariciarla como él sabia y era mármol  El, gemida piedra tan, siguió besándola mientras sentían el aire fresco en de sumergirse en el mar. Su piel una, sus caras. El parque era grande, y ese dulce con cabellos dorados, lacios, como tentáculos al momento. Y alegre por tranquilo. Día no había más gente ahí, pero era un lugar hermoso de su querida, y sus labios, eso habían. Camino por el mármol cuarteado ido ahí ese día. Sus manos siguieron. Su que era temporada uniéndose con los de ella. Volviéndolos abrió los ojos de nuevo, se le había olvidado. De lluvias un insecto gigantesco, más grande que único objetivo de destruirse mutuamente, de desgarrarse uno solo, con un se hallaba en el árbol más majestuoso, un lado de ellos, a unos escasos metros insectos más pequeños y no por ello  completamente viendo las entrañas del primer insecto caer. Al. Se devoraban al grande. Sé por los otros insectos que trabajaban en un sonido, piso haciendo recogido, quedaron inmóviles un tiempo, callados, aguado, y ¿Ser menos altos que los amantes  a suceder? La noche de hoy ha sido. ¿Y bastante en que de llegar uno? ¿Dónde quedó la motivación verdadera? ¿Cuándo dejamos de ser? ¿Nos convertimos cuando pasa? Seguiremos siendo los mismos, si algún día llega. Quiero- le dijo el a ella.- Hasta donde es capaz.




























Perdón si me causa gracia.

viernes, 2 de octubre de 2015

Mínima frecuencia {exprand(0.9, 1.1)!2}

Hace poco un viejo amigo me visitó
Se le notaba pálido, enfermo
Me contó lo que había vivido en estos años
Como había viajado
Serpenteando
Entre los pies del cielo
Como vio al mar
En llamas
Escribiendo su nombre en el humo
Como mato
Me contó que había matado
Y me contó la ansiedad de los primeros minutos
Y la satisfacción de la hora
El empoderamiento
El éxtasis de frío en el cuerpo.
"¿Qué mataste?" pregunté
¿Qué mataste?
¿Te mataste?
Después de eso yo soy el que lo visita
Le llevo sus flores favoritas
Y las cartas de la vida que perdió.

Adiós, amigo,
Adiós.

jueves, 1 de octubre de 2015

Último deseo

Cuando un arma dispara lo único que nos queda es el aturdimiento, el silencio antes del crimen, la sensación de una vida evaporándose rápidamente pero a la vez tan lento que incluso creemos poder saborear el momento, tomarlo y guardarlo por siempre en una caja de cristal para así poder exhibirlo como nuestro.

Cuando la bala toca al cuerpo lo hace, aunque no lo creamos, con delicadeza y así como un pintor con su brocha, la bala con su plomo va lanzando pintura roja por todos lados para que podamos admirar su más grande creación, la destrucción.

Cuando el cuerpo cae lo hace aún con vida, con el corazón yéndose a dormir y con el cerebro tratando de sobrevivir mandando descargas eléctricas fuertes y constantes al cuerpo que para la consciencia se traducen en recuerdos fuertes como lo podría ser un dios, un demonio o los momentos más importantes de la vida desvaneciéndose.

Justo en este instante, en este intervalo de existencia no definido por el tiempo, no estamos ni vivos ni muertos y en ese exacto momento somos eternos viviendo por siempre la muerte con la sensación de borrarse con los ojos abiertos.

Por eso a mí cuando me disparen, disparen a la cabeza, así el cerebro morirá antes de querer salvarse y yo, por ende, jamás existiré para siempre.