Esa noche fuiste bella,
Te quité dimensiones,
Te di de un amargo néctar.
Hay sabores que llegan a petrificar
Y dejan al bosque siendo inmundo,
Hay figuras nacidas de la promiscuidad
Que impactan al conservador consiente,
Hay olores de guerra allá afuera
Y allá afuera es donde renace la caída
De las plumas enrojecidas por nuestros labios mordidos.
Esa noche había belleza en nuestras palabras
Y nuestro palpitar importaba más que los cuerpos
desnudos,
Un ojo abierto, un gemir más
Quizás…
Pudieron haber inmortalizado el momento,
Juré la perfección del acto pecador
Y la casual armonía de nuestros movimientos,
Juré nunca entrometerme con el azar
Pues así como él nos aleja ahora,
Antes, en esa noche,
Nos unió por casualidad.
Esa noche escupíamos luces
Y sin notarlo
Tarareábamos una melodía,
Y por un momento fuiste ave
Y yo viento.
Esa noche,
Efímera noche de impureza,
En el escondido camino
De tu ombligo a tus labios
Y de tus labios a tu voz,
Estoy sangrando
Al saber que perderíamos el tacto
Entre los dos.
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