Entre para notarlo, cortinas, vivo,
Las luciérnagas cantan, aquí a la vida
Con títulos y subtítulos extienden, y mi nombre
Es lujuria, esta noche el bosque,
Y rotos ideales, cenaré esta noche
Sazonados, vacíos, con anhelos.
Blasfemias de un mar me hiciste,
Corre por mis venas, Herejía “la dulce”,
Al espejo, me miro
Holocaustos, visualizo,
Veo tus sueños al hablar, como se derrumban,
Te contradices, ¿Y?...
No eres más, ya que todo
Es cotidiano y todo.
Y extraño acto cuando no éramos intención,
Importaban nuestros nombres ¿No?
Lo fuiste y todo
Es cotidiano y todo.
Nuestra apatía vinculó lo paradójico,
Y a poco ¿Perdimos, apoco, el existir? No, miedo,
La luz como fuimos, tan reales,
Como el sol, y tan ciegos,
Se recostó la esperanza con nosotros,
Fuimos anhelo, y por un momento
Placer. Fuimos.
Tuvimos y todo
Es cotidiano y todo.
De lo cotidiano y déjame hablarte,
¿Es soñar lo cotidiano?
Con soñar diario, levantarse a tu lado,
Y risas con besos,
Cotidiano, es todo,
Es lo garbo y cotidiano.
Disculpas, mi padre, me enseño a no pedir,
El tapete de vino, manché por eso,
Mis rotos ideales, esta noche cenaré,
Lo cotidiano mientras, Y extrañaré, me embriago.
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