lunes, 5 de octubre de 2015

TimeSlice").guard(function() {bigPipe.onPageletArrive({"id":"last_response","phase":4,"jsmods":{"define":

Hace un par de horas iba caminando por la calle y mientras pasaba por un estrecho pasillo un señor me dijo "Eso es todo mi hippie, libertad, al 100%". No pude evitar que me causara gracia, e incluso solte una sonrisa nerviosa mientras le contestaba con la mano, de esas sonrisas que no son por compromiso ni tampoco sinceras. Di vuelta a la primer callesita que pude, no sin antes patear discretamente una roca que se encontraba en mi camino. Tenia una forma curiosa, no era un ovalo perfecto, pero casi, de hecho parecia hasta lijada.
Despues de suficiente tiempo de reflexion sobre el asunto, llegue a la conclusion de que la unica razon para lijar una piedra en la calle, es si fue usada para asesinar a alguien y se le quisiera quitar la sangre de la difunta victima. Me meti las manos a los bolsillos de la chamarra negra que llevaba puesta, y pense en que haria al llegar a casa, cuando empezara a llover.
Tal vez me deje caer en un pozo profundo de drogas o alcohol, o alcohol y drogas, tal vez te recordare un rato. Tal vez es hora de visitar algunos amigos, como despedida final. Finalmente optare por la misma opcion de todos los dias, la que se volvio rutina: Llegando preparare un poco de comer, prendere la television para que haga ruido de fondo, como sinfonia de zumbidos inestables, y cuando el cuarto se llene con el aroma de la soledad, dormire un rato. Mi parte favorita sera siempre cuando despiertas a las 4 de la mañana desorientado, y extrañas la sensacion de viaje, pero mejor duermes de nuevo, porque a esa hora no hay nada que hacer, y a ninguna hora habra alguien con quien hablar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario