-El otro día me encontré con un anciano. "¡Bienvenido a Helsinki!" Grito el viejo. Fue raro, yo nunca he estado en Helsinki... Ni en Finlandia... Ni en Europa. Entonces, al llegar a mi casa, recordé la paradoja que me enseño mi amigo Martín, el esquizofrénico. En ella el me explicaba como uno no era igual a uno sino a 0.9 periódico:
"Si tomamos en cuenta que X es igual a 0.9 periódico, 10X sería 9.9 periódico y si a 10X le restamos una X resultaría que 9X es igual a 9 y por último si dividimos para dejar solamente el valor de una X tendríamos que X es igual a 1 cuando desde un principio dijimos que X es igual a 0.9 periódico."
Entonces estamos contradiciendo uno de los más grandes axiomas, por ende 1 no es igual a 1, X no es igual a X y Helsinki no es igual a Helsinki. Hay una pequeña parte derivada de un infinito que no se encuentra en su unidad entonces hay posibilidades que una parte muy pequeña de mí esté en Helsinki en el renacimiento de Nokia o bien que una parte de Helsinki estuviese en ese momento en que me topé a un anciano que me grito "¡bienvenido a Helsinki!".
-No me gustan tus historias, Ramón.
-Lo sé... como sea ¡bienvenido a Estambul!
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