lunes, 16 de septiembre de 2013
Toxic por Issyl
El tiempo transcurría lento. Los minutos se alargaban a horas, y a veces al revés. Francisco moría en periodos de segundos estirados, dolorosamente alargados. Yo solo podía protegerlo a como me era posible. Esquivando balas, la guerra continuaba sin señales de retroceder, y todos lloraban. Disparo a un enemigo extraño, al cual combato por razones desconocidas. Me posiciono frente a Francisco, agachado en nuestra trinchera. Vacío, se siente un vacío adentro. Plenitud. ¿Como puedo vivir matando tantos hombres? ¿Podre vivir? ¿Y si muero? Me descuido un momento, una bala rompe mi piel. Sangro. El plomo se torna rojo dentro de mi. Lo consume mi cuerpo y me unifico a el. Abro los ojos. Volteo, Francisco aun esta vivo, y es lo que importa. La angustia de saber que no conocemos el momento de la batalla es insoportable. Me destroza. Me quiebro. Es mi amigo y los amigos mueren por ti... o te abandonan. Alguien se acerca, llevo rato escuchando sus pasos. Años, incluso, escuchando sus pasos. Se que vienen a matarme. Francisco me ayudara, es amigo, y los amigos mueren por ti. Veo un cuerpo desconocido y disparo. No debí disparar. He revelado el lugar de nuestro bote de basura, hundido en mas basura. Trinchera. El cuerpo cae... Uno... Dos... ¿Dos? Dos cuerpos. Son una mujer y un bebe. Ninguno con uniforme. La mujer cae muerta, el plomo se torna rojo dentro de ella. El bebe llora. Francisco muere. Los amigos mueren por ti. Agarro el cuerpo de Francisco y lo crucifico. Inerte, sin vida, ni ojos, ni aliento. Se vuelve un dios. Paz para la señora y su hijo. Me voy a otra trinchera. Los amigos también te abandonan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario