jueves, 14 de marzo de 2013

Purificación por Issyl

     La luz entraba por la ventana, separándose en cuerdas, pero no iluminaba el cuarto. La luz era un tono azul, azul fuerte, pero claro, que alcanzaba a tocar algunos rincones de la habitación, y lo que no alcanzaba, se quedaba negro. Yo me pare en la luz, y vi como me volvía azul. Escuchaba los pájaros de afuera, el río cercano, los edificios vacíos; si, hasta ellos tenían un sonido. Pensé que era un día hermoso, completamente igual a todos los días anteriores, completamente igual a todos los días que vendrían. Las estaciones habían dejado de existir, o mas bien, aun no las he creado, sera que nunca existieron? No puedo recordar. Parece que todos los días son el mismo, un día de verano que nunca acaba, no recuerdo otro día, no recuerdo otro tiempo, otra hora, no recuerdo haber dormido, ni haber salido de este cuarto. Me pregunto como era el mundo exterior, mas allá de lo que puedo ver. De mi ventana veo edificios, grises, altos, como si intentaran encontrar el limite del cielo, en ruinas, como si el cansancio fuera una consecuencia de su eterna tortura, de encontrar limites a algo infinito. Veo un río a lo lejos, chico, pero reflejando un cielo eterno, veo arboles verdes, las hojas bailando y temblando en el aire. Las nubes eran aveces blancas, aveces rojas. Los pájaros cantando en pares, todos los animales siempre en pares, pero nunca alguien como yo, de mi especie, eso nunca he visto.
     Me parece que soy humano, eso es lo que dicen los libros. No logro recordar si los escribí yo hace años, en momentos de vacuidad, vacuidad existencial, o si antes había mas humanos, quienes escribieron esos libros. Cada libro tiene un nombre diferente, Franz Kafka, Edgar A. Poe, Lovecraft, Huxley, Nietzsche, pero, no puedo acordarme de mi nombre, quien dice que yo no soy Poe, o Lovecraft, o ambos? Y si todo fue un juego que yo hice hace tiempo indefinido para definirme a mi mismo? Mientras pienso en esto pienso en el tiempo que he durado aquí, no se cuanto es. Pienso en el tiempo, que es? Como funciona? A que velocidad? Se me ocurre que tengo un reloj. 6:37 de la tarde. Recordé un momento atrás, me vi a mi mismo viendo el mismo reloj, y volteando después a las nubes rojas, 6:37. Siempre eran las 6:37 de la tarde? Pienso que era el mismo momento, y no un recuerdo, podría ser. Volteo a las nubes, pero no eran rojas, son blancas. Son rojas. Rojas? Cuanto tiempo llevo parado aquí? Vi el reloj, aun eran las 6:37.
     Que pasaría si hubiera alguien mas como yo? Como los animales, que se tienen entre si. Y si los hago yo? Seria como un sueño. Sueño. Nunca he dormido, no que recuerde, como se de sueños? Como son? Cerré los ojos, no se como me veo, pero intente imaginarme a mi mismo, luego, a alguien parecido, mas no igual. Caminábamos afuera, el aire era fresco, el pasto era helado contra nuestros pies descalzos, me sentía feliz. Toque su ropa, era como la mía  blanca, suave, larga, no recuerdo haberme cambiado, nunca, siempre he usado esta ropa, siempre ha sido blanca. El pasto se volvió húmedo. Me doy cuenta que no pongo atención a lo que me dice el otro hombre. De que me sirve tenerlo aquí si no le pondré atención? Es agradable tener con quien conversar.
-Si tu me creaste a mi, y estas aquí, podríamos crear a mas personas, mas lugares, o incluso mas animales?- me pregunto el, dejándome aturdido. Pensé. Cerré los ojos, y el hizo lo mismo. Los abrí. Estaba yo, y aun permanecía el hombre conmigo, pero había dos personas nuevas, una de estas personas no tenia ropa, y se veía diferente a los demás, era lo que mis libros llamaban mujer.
     Yo no la pensé. Habra sido el otro señor? Como sabría lo que es una mujer? Leyó mis libros? Se lo conté? Creo, que tal vez  por ser creado por mi, es parte de mi. Todos aquí son yo. Aspectos o enteros míos. Recordé un libro, donde hablaba de la relación entre hombres y mujeres. Intente imitarlo. Me acerque a ella, la contemple, y después puse mis labios en su piel. Le bese primero la frente, las mejillas, luego la boca. Que no ella soy yo? Le toque su piel. Me toque a mi? La acaricie. A quien acaricio? Todo se siente tan real, ya no estoy sonando. Quiero mas. Acaricio su estomago. Cierro los ojos. Siento ellos cerrar los suyos.
     Abro los ojos en un bosque. Bosque. Bosque? Los arboles son hermosos, grandes, y llenos de vida, y en su altura, contra el cielo obscuro, se vuelven majestuosos. Todo estaba iluminado solo por la luz de la luna. Escuche risas, y había otras siete personas, parece que desnudos, pero yo si tenia ropa, la misma de siempre. Algo mas extraño aun era que todos teníamos mascaras, de algún tipo. Mascaras que ocultaban nuestra identidad, pero a la vez dándonos una nueva, falsa. Un conejo, un lobo, un búho, un demonio, un pulpo, otro demonio, y una que no tenia figura, solo lineas negras y blancas en el fondo blanco. No se que mascara tengo yo. Todos se escondieron en los arboles, en direcciones diferentes, y me quede completamente solo. En un árbol cortado me senté, sin saber que hacer. Aun escuchaba las risas. Eso me producía un sentimiento desagradable. Miedo. Quería salir de ese lugar, ese tiempo, así que cerré los ojos.
     Abrí los ojos acariciando el estomago de la mujer, ya no había mascaras, y solo eramos cuatro personas. Me sentí aliviado, pero inseguro de algo, como si necesitara volver a ese lugar. Nadie mas parecía recordarlo. Debo admitir que nunca había tenido relaciones sexuales antes de ese momento. Los otros dos hombres lo vieron todo muy intrigados. Después, cerramos los ojos. Una persona con mascara corría a mi, y mi única reacción fue correr también, entre los arboles majestuosos, entre la noche, obscura. Apenas se me había ocurrido que era de noche. La noche es bella. En el próximo mundo habrá noches mas seguido, decidí. Por lo pronto corría, sin saber que pasaba. Sentí un golpe fuerte en la espalda y caí. Me sentí rodeado, y en efecto lo estaba. Todos lloraban, todo era tan extraño, tan confuso, pero me sentí aliviado, de alguna manera, de que no me hicieran nada. Me quite la mascara y todos hacían lo mismo. Los vi cerrar sus ojos y cerré los míos. Cada vez que cerraba y abría los ojos me encontraba con el doble de personas que en el mundo anterior, y cada mundo era nuevo y lleno de asombro. Hubo uno donde yo podía controlar el tiempo, otro donde el mundo era otro, diferente, no había nada terrestre, solo tierra roja y un cielo infinitamente negro lleno de estrellas. En uno mi forma eran cuerdas, y mi corazón era el centro de la luna. To me fascinaba, no podía dejar de cambiar entre mundos, en cada uno nuevo las cosas eran mas cambiantes, el espacio, los lugares, eran mas variados, el tiempo fluía cada vez mas rápido.
     Pensaba, que pasaría con los mundos que dejo atrás? Morirán? Desaparecerán? Me gusta pensar que siguen, que perduran, aun sin mi. Llegue a un mundo, el numero era alto, creo que el numero de personas era alrededor de siete mil millones. Camine entre la gente, y ellos me seguían. Era en una pequeña ciudad, todos tenían la misma ropa que yo, y yo la misma de siempre, y caminamos hacia un bosque, pero esta vez era de día, y en el, encontramos una cruz. Alguien me agarro, y me coloco en la cruz, pero yo la tenia frente a mi, y la espalda a ellos, estaba al revés, y en eso me amarran las manos atándolas a la cruz. Yo no podía regresar a otro mundo. Sentí el frío ardor de un látigo cortando mi carne, rozando los músculos. Grite. Me torturaron por días enteros, eternos, hasta que me clavaron a la cruz, aun invertido, y me dejaron ahí.

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     Desperté, eran las 6:37 de la mañana, y ya iba tarde a la escuela, abajo escuche a mis padres pelear, como todos los días. No quería ir a la escuela, me golpearían, como todos los días. Me estaré toda la tarde solo, o siendo golpeado, o regañado por los maestros, por llegar tarde, diciéndome que reprobare por eso, por estar intentando salir de la basura en la que me han puesto, como todos los días. No quiero. No quiero. NO QUIERO! Baje de mi habitación. En cuanto me vieron mis padres comenzaron a echarme la culpa a mi de sus problemas, luego me gritaron. Camine lentamente a el cuarto de mi padre, agarre su pistola. Estaba cargada. Le dispare a el primero, luego a mi madre. No era suficiente. Fui a mi padre, tirado en el suelo, inmóvil, en un charco de su propia sangre, y le puse mis manos en su cuello, y apreté. Se sentía bien. Apreté mas fuerte. Porque hacia esto? De verdad los odiaba. O no? Los odiaba? Los odiaba. Hacían de mi vida un infierno. Ellos y todos, los quiero matar a todos. Por que no hago nada al respecto, en vez de tomar la salida fácil? Me odio por eso. Me odio. Odio. Que pasara conmigo ahora? Me odio. Quien me dará de comer? Me odio. Con quien me quedare, y en donde? Me odio. La policía me llevara? Solo tengo 14 años. Me odio por no saber que hacer, desearía matarme. Ya lo estaba haciendo, estaba yo, ahorcandome a mi, en frente de mi mismo. Yo me ahorcaba a mi mismo? Cuando morí sentí miedo. Corrí a mi cuarto, y abrí la puerta. Entre, pero no era mi cuarto, había un hombre sentado de espaldas a mi, en esta habitación medio iluminada azul. Ya era de tarde, pero la luz era azul. Su espalda estaba llena de cicatrices, de latigo, y tenia hoyos en sus manos, volteo a verme. Me sentí paralizado, Me sentía temblar, tal vez de miedo, ta vez de confusión.
-Bienvenido a mi mundo- me dijo. en una mano tenia un cuchillo, note mientras el se paraba. Lo sentí clavado en el corazón. Antes de cerrar los ojos vi la luz azul y la sombra negra mezclarse a un solo tono.

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     6:38 de la tarde. Que raro. Sera que ya no existo fuera de tiempo? No recuerdo entrar a este mundo, es igual que el primero, solo estoy yo, y el, es el primero. Veo por la ventana a un cielo rojo, pero la luz sigue siendo azul. El era de otro mundo, pero era yo. Me mate a mi mismo. Que pasara ahora? Moriré.
Esto es la purificación de todo lo que existe.

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