No fuiste valiente
ni luchaste un minuto
y te mereces tanto halago
como yo los merezco por mierda
y por no ser
tan aguadito
para darte mas ganas
de que te levantes en tu cama a gritar
que luchaste como nunca
y le ganaste al destino
porque el destino escribió que le ganarías
a tus propias ganas de ser alguien
y que el resto del mundo
te halagaría
por tu redondita cabeza pelona.
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