sábado, 28 de diciembre de 2013
Yo fui a ese mismo cafe
No nos quisieron vender cerveza porque andaba de trucha la chota.
Tiene una sala debajo, con pulpos y lienzos mas gigantes que las cajas de frigorificos
Compre uno, en taza. Pasaba por mucho de mi temperatura estandar y me queme la lengua como casi nunca.
La senti el resto de mi vida.
Estaba la calle curveada y era de dia.
A la derecha la catedral y al frente un estacionamiento amarillo, quien con gusto acoje a los cajones peruanos y a las pulseras hechas a mano.
Se prendian las lamparas y unos puntitos blancos las agarraron.
Me gusta nadar por su vida cuando el agua esta sucia
cuando limpian el area de orines, hojas, y guaraches abandonados
yo estuve en ese mismo cafe aunque a mi el cafe no me guste
anduve por las baldosas del centro
y por la antigua tradicion de no sentirse solo
me gaste la pintura en nada mas que las estupideces mas perfectas que me han ocurrido
Me gusta andar a oscuras en la ciudad cuando nadie esta
tomando lo que a todo el mundo se le olvida
el silencio, el tiempo
y las abstracciones tan bonitas que son los edificios donde dormimos
Me gusta esa vista de lejos que le tengo
que es la señal mas incomprensible que existe
yo estuve en ese mismo cafe aunque a mi el cafe no me guste.
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