Se vuelve aburrido cazar ilusiones,
Nos acostumbramos a lo impresionante
Está bien si le damos un respiro al alma
Escurriendo el néctar de la melancolía seleccionada,
La angustia que causó dormir en tu cama,
Vida de labios con telarañas.
Y a fin de cuentas ¿qué somos?
Tú ciertamente eres la más bella pretenciosa
Tan astuta en la fingida ingenuidad.
Sólo, me recuesto en el asfalto,
Quieres más, una disculpa, un abrazo,
Destrozar todas las buenas intenciones que quedan,
Mis últimas ofertas a tu corazón.
Pulmones grises, ellos se han vuelto la elección.
Moríamos a menudo y en cuestión de segundos,
Invocábamos al frío como pretexto para tocarnos,
Ardíamos dormidos esperando un milagro,
Bebíamos licores, los más corrientes, los más baratos,
Estallábamos la ausencia con gritos y pureza,
Llorábamos, entonces,
Llorábamos porque todo era en vano,
Ansiaba, por ende, una razón para tenerte,
Romperte las ideas para convertirlas en tacto,
Armarte las palabras para que dijeras "te amo",
Gritarte mis deseos y uno que otro lamento.
Amarte fue en vano, bajo tus pies, sobre mis manos,
Zapatos de cristal te di
Zapatos punzo cortantes cristalizados,
Así fue como te usé y justo ese fue el engaño.
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