El arte (del lat. ars, artis, y este calco del gr. τέχνη) es
entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser
humano con una finalidad estética o comunicativa, mediante la cual se expresan
ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos
recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos.
Pero, dentro de esta cavidad craneal, en la que se encuentra
algo de materia gris, se genera un conflicto con esta definición y la mayoría
de las otras. El hombre, no es el único capaz de hacer arte, bah, ni siquiera los animales, la propia coincidencia crea
el arte, está en todos y en ningún lugar. No lo define ni la forma, ni el
sonido, ni el color, ni la motivación, ni el significado, lo que lo nombra es
la capacidad de razonar de todo ser capaz de hacerlo, lo interesante que para
algunos conlleva la forma cóncava de la cabeza de una cuchara producida en masa,
las tristes circunstancias que conllevan el sacrificio de el perro que se la comió,
el medio grotesco acto de el mirar como se alimentan aquellas creaturas que
alguna vez ayudaron al animal a absorber lo necesario. El pedacito húmedo de
placa tectónica que sobresale en una selva perdida, las obras negras de las
ciudades semi-olvidadas, el acto de estar en cama, hablar y acabar. Todo y
nada.
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